Nuestros mayores se han convertido en unos expertos catadores de alta cocina para dar su opinión sobre un nuevo producto. Lo han hecho en el Taller de Cata de Alimentos que hemos organizado en nuestro Centro de la Sierra de Madrid.
Una actividad novedosa con los alumnos de la UFV
Desde hace ya algún tiempo colaboramos en distintas actividades con la Universidad Francisco de Vitoria. En esta ocasión un equipo de alumnos y profesores del Grado de Gastronomía han puesto en marcha un nuevo proyecto de investigación: “Soluciones a trastornos alimentarios de masticación y deglución”.
El proyecto surge porque detectan una necesidad, la de buscar alternativas de alimentación sabrosa para que aquellas personas que tengan problemas crónicos para masticar y tragar o que estén pasando por circunstancias que les impiden alimentarse de forma convencional, puedan disfrutar del placer de saborear la comida. Para ello han elaborado tres recetas de cocina tradicional en el grado de cocina de la Universidad, que posteriormente se han liofilizado en el laboratorio.
Cuando nos presentaron el proyecto y nos propusieron participar en él, lo tuvimos muy claro: un sí rotundo. Este nuevo producto de alimentación tiene como público objetivo aquellas personas que tienen problemas en la masticación y deglución de los alimentos y, por tanto, a muchos de los mayores a los que nosotros cuidamos y damos de comer. En Los Llanos Vital nos enfrentamos cada día al desafío de encontrar comida atractiva para los mayores que tienen estas dificultades, y es todo un reto ver cómo responden ante este novedoso producto desarrollado por la Universidad.
¡La mesa está lista!¡Empieza el Taller de Cata de Alimentos!
Hemos habilitado tres espacios con diferentes grupos de trabajo para que los alumnos pudieran distribuirse y realizar la actividad con mayor comodidad. Los mayores se han sentado a la mesa con ellos dispuestos a catar este nuevo producto y compartir su opinión sobre él.
En las mesas, todo lo que necesitamos: agua caliente, los recipientes para la cata, cucharitas y el nuevo producto que vamos a probar.
Los mayores que han participado en la actividad se han elegido teniendo en cuenta las necesidades planteadas por la UFV, en cuanto a público objetivo, pero también para saber la opinión de un grupo de residentes que no tuvieran necesidades médicas especiales. Un total de 15 mayores han formado parte de este taller participativo en el que, además de probar las muestras, los alumnos han podido conocer de primera mano las sensaciones y comentarios de los mayores ante el producto.
Por otro lado, un segundo grupo de 16 mayores que sí que tienen algún tipo de problema mecánico para la deglución, también han probado el producto. Comparando las reacciones de estos dos grupos, los alumnos han podido saber si las opiniones sobre el producto varían en función de la situación en la que se encuentra cada mayor.
Además, tal y como nos había solicitado la Universidad, también le hemos facilitado el producto a los familiares de algunos mayores de nuestro Centro de Día para que lo probaran en su casa y nos dieran su opinión sobre el mismo. Así descubrirán también si se podría consumir en el hogar.
Probamos un nuevo producto antes de que salga al mercado
Impacientes por empezar la actividad, nuestros mayores se interesan primero por saber qué es lo que van a testar. Los alumnos les explican que van a probar tres platos caseros que se han liofilizado para conservar todas sus propiedades, sabor, olor, componentes…
¿En qué consiste el liofilizado? ¿Qué beneficios tiene frente al plato tradicional? Son algunas de las dudas que nuestros mayores han trasladado a los alumnos antes de empezar a probar los alimentos. Algunos de ellos conocían la técnica y les han contado a los alumnos cuándo fue la primera vez que oyeron hablar de ella, descubriéndoles cosas que no sabían.
¿Qué necesitan de nuestros mayores en esta cata de alimentos liofilizados? Todo aquello que puedan comentar sobre el producto, olor, texturas, sabor, qué les parece el envase… Los alumnos tienen que testar la acogida del producto antes de lanzarlo al mercado. Y ellos han cumplido su función a la perfección, curiosos y participativos han probado los tres platos y han respondido a los cuestionarios preparados para recoger sus valiosas impresiones.
El producto se encuentra ahora mismo en la fase de prueba. Sus opiniones ayudarán a los alumnos a dar los siguientes pasos. Ahora tienen que ver si funciona, cómo deberían envasarlo, cómo llegar al público al que va destinado, qué coste debería tener… pasos necesarios antes de que el producto llegue al mercado, objetivo final de este proyecto.
Sin duda para los residentes y usuarios del Centro de Día participar en este Taller de Cata de Alimentos ha sido toda una experiencia de la que hablarán durante los próximos días.