El curso 2016/2017 ya ha empezado y, después de dar un poco de tiempo a los alumnos para que se adapten, arrancamos las actividades intergeneracionales con nuestros colegios cercanos.
Algunas de ellas, completamente nuevas, otras, como es el caso de Érase una vez… vienen con novedades.
Como ya os contamos el curso pasado, Érase una vez… es una actividad que une a mayores y pequeños a través de un placer: el de la lectura. Porque en este momento en el que los niños aprenden a leer, son ellos los que nos van a contar los cuentos a nosotros.
El placer de leer
Cada jueves de 11:00 a 12:00 nuestros mayores llegan al Colegio Montessori y los más pequeños les reciben con una inmensa alegría. Saben que tienen una hora por delante en la que ellos son los protagonistas. Practicarán una lectura completa con el mayor que le sea asignado, y con él, de la mano, mejorarán su técnica, su pronunciación y aprenderán palabras nuevas sin recibir ningún tipo de presión. Saben que tienen a su disposición a un guía que sólo tiene ojos para ellos en ese momento, y lo aprovechan al máximo.
Pero no son sólo los niños los que aprenden, con su gracia y desparpajo se encargan también de contarles cosas a los mayores que, a menudo, descubren a su lado.
La unión que se crea entre estas parejas intergeneracionales va más allá de la lectura. Hay pequeños que no cuentan en su día a día con la presencia de sus abuelos y Érase hace que la figura del mayor esté presente en su vida y que puedan disfrutarla.
Novedades en el curso 2016/2017
El curso pasado nos demostró el éxito de la actividad y este curso hemos querido ir más allá, introduciendo novedades que, sin duda, serán beneficiosas para mayores y pequeños.
En esta nueva edición de Érase una vez… introducimos la lectura conjunta. Una vez al mes, cada pareja intergeneracional leerá delante de todo el grupo la parte que le toque. De esta forma los más pequeños no sólo practicarán la lectura, sino que aprenderán otra parte fundamental de la misma: la interpretación.
Pero este curso escolar no sólo practicaremos la lectura sino que ¡escribiremos un cuento! Cada día, una de las parejas intergeneracionales dedicará el tiempo de la actividad, con su imaginación, a crear ese cuento. La semana siguiente será otra pareja la que lo continúe, y así hasta que todos los niños hayan participado al menos una vez en este proceso. Una vez escrito dedicarán su tiempo (también por parejas) a ilustrarlo y editarlo.
¿Cómo acabará este cuento? ¿Serán sus protagonistas felices y comerán perdices? Tendremos que esperar un poco para saberlo, porque en estos momentos las parejas intergeneracionales están trabajando en ello.